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Monday, February 27, 2006

Mision imposible

POLITICA
Misión imposible

José Antonio Fornaris, Cuba Verdad

LA HABANA, Cuba - Febrero (www.cubanet.org) - Dos meses ya
transcurrieron desde que el 2 de diciembre de 2005 el canciller Felipe
Pérez Roque llamó en la Asamblea Nacional del Poder Popular a los
máximos representantes del régimen a convertirse en ejemplos sociales y
políticos.

Los aplausos al discurso de Pérez Roque fueron numerosos, pero hasta el
momento no hay señales públicas que indiquen que esas personas van a
convertirse en paradigmas de ciudadanos.

La tarea parece una misión imposible. En situaciones complejas, para ser
un ejemplo a seguir tienes que estar en iguales condiciones que los
demás, y al mismo tiempo superarlos en conducta de vida.

Si a los individuos que hace muchos años gozan de tantos privilegios se
les equipara de pronto al resto de lo que deberían ser sus iguales,
muchos morirían al poco tiempo, de infartos y derrames cerebrales.

Así que, en estos casos, lo mejor es poner en práctica el viejo método
para tratar de dejar de fumar -al fin y al cabo estar por encima de los
demás porque sí, es también un vicio malsano- que consistía en ir
poniendo obstáculos entre el cigarrillo y el fumador, o entre el fumador
y el cigarrillo.

De esa forma, los "obligados" a ser ejemplo pueden comenzar (éstas son
simples sugerencias, pues sólo estoy tratando de ayudar) por decirle a
sus hijos o a sus nietos que todo lo que poseen se debe al trabajo y al
esfuerzo de muchos cubanos iguales que ellos.

A partir de este momento hacer el ineludible compromiso (no tiene que
ser toda la familia junta) de convertirse en pasajeros dos veces al mes
de un transporte público colectivo.

También, unas o dos veces al mes, preparar los alimentos en el hogar
estrictamente con lo que se vende a través de la libreta de racionamiento.

Los que son viejos pueden hacer una vez al mes lo que hacen muchos otros
ancianos en Cuba: pararse en una esquina a vender cigarrillos sueltos,
la pasta dental que obtuvieron por la libreta de abastecimiento, los
poquitos periódicos que han podido conseguir a sobre precio, o recoger
latas vacías de cervezas y refrescos y llevarlas a vender para obtener
algún dinerito extra que los ayude a sobrevivir.

También deben proponerse residir, digamos una semana cada tres meses, en
alguna barriada de La Habana. Esto no quiere decir que se muden durante
ese tiempo a una infernal cuartería ni a un barrio insalubre, dos
categorías habitacionales de las que hay muchas en nuestro país, sino
solamente que se alojen en algún apartamento cualquiera, digamos, de
Centro Habana, 10 de Octubre o Habana Vieja.

Otra cosa que les puede ayudar es hacerse el firme propósito de, al
menos cada seis meses, vivir quince días estrictamente con el salario.
Eso les dará la oportunidad de saber que se puede pasar normalmente con
el fruto honrado del empleo, sin tener que delinquir.

Algo muy importante: si alguno viola la Constitución, no tiene por eso
que prenderse candela, porque los bomberos tendrían mucho trabajo.
Simplemente releer tres veces el artículo 66 que especifica: "El
cumplimiento estricto de la Constitución y de las leyes es deber
inexcusable de todos". Grábense bien que dice "deber inexcusable de todos".

Sugiero que comiencen por esas pocas cosas y verán que en algún momento,
tal vez, puedan mirarse al espejo y decir: "Sí, se puede", o "no somos
buenos, hay que dejar que todos tengan participación en la vida general
de Cuba, para que todos tengan iguales posibilidades y oportunidades".

http://www.cubanet.org/CNews/y06/feb06/27a7.htm

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