Yoani Sánchez, La Bloguera, describe la temida Villa Marista de Cuba
Posted by gayala in Editorial on 6 junio, 2012 3:39 AM / no comments
Villa Marista es el centro principal de operaciones del Ministerio del
Interior (cubano). Su enorme estructura fue construida para albergar un
colegio gestionado por religiosos, pero desde 1963 contiene los
calabozos más temidos de todo el país. Si al principio dela Revoluciónse
hablaba de "convertir los cuarteles en escuelas", a este complejo de
edificios le ocurrió justamente lo contrario. La peor pesadilla de
muchos cubanos es ir a parar a una de las celdas de esta Lubianka
criolla, terminar bajo el bombillo de las salas de interrogatorio. Pocos
—muy pocos— han podido resistir la presión psicológica que ejercen sus
oficiales, entrenados en los duros métodos dela KGBy dela Stäsialemana.
Todo el diseño de largos pasillos, literas de frío metal y calabozos en
los que apenas se sabe si es de día o de noche, está pensado para
doblegar y hacer hablar incluso a los más bravos. Podría pensarse que
solo hay espacio entre sus rejas para opositores o desafectos al
sistema, pero cada día acoge a más personas investigadas por corrupción
o desvío de recursos.
Cuando a un barrio llegan varios mini ómnibus acompañados por autos
del Departamento Técnico de Investigación (DTI), los vecinos ya saben
qué ocurrirá. Muy probablemente la temida comitiva parqueará a las
afueras de alguna casa recién pintada, con muro perimetral y ventanas de
cristal. Los uniformados entrarán y ejecutarán un minucioso registro,
para llevarse después —esposado y a la vista de los curiosos— al
temeroso administrador de alguna corporación o al asustado gerente de
una empresa. Esas incursiones se han vuelto tan frecuentes que basta
decir: "Ayer se le tiraron a fulano…" para que todos comprendan lo que
eso significa. Luego el detenido es trasladado a Villa Marista, donde
pasará semanas incomunicado y sin derecho a abogado. Su familia no podrá
verlo, apenas si llevarle el cepillo de dientes y las medicinas que no
puede dejar de tomar. Ni siquiera se salvan de tales sustos los
extranjeros, como demuestra el caso de varios ejecutivos británicos de
la empresa Coral Capital Group Ltd., arrestados por supuestos sobornos
mientras trabajaban en un proyecto de campos de golf. Otro referente
alarmante fue el caso de los hermanos chilenos Max y Marcel Marambio que
escaparon hacia su país, después de ser acusados de cohecho, estafa y
falsificación de documentos bancarios en la gestión de la empresa
alimentaria Río Zaza.
La cruzada contra la corrupción desplegada por Raúl Castro tiene en
vilo a quienes se creyeron protegidos por el descontrol y la poca
voluntad política para acabar con las ilegalidades. La razzia toca a la
puerta de acomodados caciques de la construcción, poderosos directivos
que manejaban a su antojo la importación de mercancías y otros que se
llenaban el bolsillo con el negocio hotelero. Solo se salvan del
tribunal aquellos que pertenecen al núcleo duro del Gobierno. Haber
participado en la luchas dela Sierra Maestrao en los primeros momentos
del proceso revolucionario, es hoy por hoy la mejor protección para no
terminar encarcelado. Un uniforme verdeolivo, unos grados de general o
de comandante alejan cualquier indagación sobre malos manejos. Hasta la
propia Contralora general dela República, Gladys Bejarano, se para en
seco, vuelve sobre sus pasos cuando algún hilo de la madeja de la
corrupción llega demasiado alto. Tal y como se demostró en el escándalo
del Instituto de Aeronáutica Civil, donde el principal responsable —el
general Rogelio Acevedo— solo resultó destituido pero no llegó a los
tribunales, como sí ocurrió con varios de sus empleados.
La cruzada contra la corrupción desplegada por Raúl Castro tiene en
vilo a quienes se creyeron protegidos por la poca voluntad política para
acabar con las ilegalidades
Estos empresarios deshonestos acumulan símbolos de estatus, que van
desde regalar casa y auto a las amantes, hasta pagarle los estudios a
sus hijos en universidades extranjeras. Ya no se parecen en nada a lo
que una vez fueron, ya no toman ron sino whisky o vino, el salmón ha
desplazado en sus platos a la carne de cerdo. Cuando comenzaron en sus
cargos llegaban repitiendo un férreo discurso de austeridad y
disciplina, pero ahora se soban la barriga mientras fuman un habano.
Algunos provenían de la esfera militar o desde la estructuras
partidistas, y se pasaron al sector de los negocios como quien cumple
una misión de guerra… en el terreno del enemigo. Con el tiempo se fueron
enriqueciendo y creyendo que los contactos con firmas extranjeras o los
viajes comerciales por todo el mundo, eran suficiente garantía de
impunidad. Una buena parte de ellos nació después de 1959 y sólo conocía
las normas del mercado por la satanización que de ellas hacen los libros
de economía socialista y comunismo científico. Fueron moldeados para ser
el "hombre nuevo" pero al final ni siquiera lograron ser un "hombre
honrado" libre del flagelo del robo y de la tentación del desfalco.
Ahora están cayendo, tiritan de frío y miedo en alguna celda de Villa
Marista, confiesan sus tropelías bajo el bombillo incandescente de un
cuarto de interrogatorio.
Afuera, lejos del temido cuartel general del Ministerio del Interior,
el entramado de la corrupción se rehace, vuelve a tejerse. Aguarda
agazapado a que pasen los momentos más difíciles para caer —con esa
fuerza más— sobre el apetecido pastel cubano.(Escrito por Yoaní Sánchez,
La Bloguera, para el diarioLa Naciónde Buenos Aires)
http://www.radiosantiago.cl/2012/06/06/yoani-sanchez-la-bloguera-describe-la-temida-villa-marista-centro-de-detenciones-en-cuba/
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