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Tuesday, May 22, 2012

La República

La República
[21-05-2012]
Julio César Gálvez
Preso de Conciencia de la Causa de los 75

(www.miscelaneasdecuba.net).- "Contra la lluvia la República ( … )
Contra la nada estará la República ( … )
Yo, que no se decirlo: La República".
Eliseo Diego

El 20 de mayo de 1902 quedó constituida la República de Cuba. Nacía para
unirse al conjunto de naciones libres de América. Era el país más joven
de todo el continente. Atrás quedaban años de intensa lucha por lograr
la independencia de España, quien había gobernado de manera autoritaria
y sangrienta sobre ¡La siempre fiel Isla de Cuba!

Atrás quedaban también los cerca de cinco años de intervención
estadounidense, primero en la guerra de independencia convirtiéndola en
guerra hispano-cubano-americana, dando un vuelco total a la lucha, en
tan solo seis meses, con el triunfo de las armas mambisas, y
posteriormente en el titánico trabajo de ayudar en la restauración de
todo lo perdido durante la guerra, con la creación de escuelas en todo
el país, la implementación de un plan de saneamiento y limpieza de
pueblos y ciudades, el montaje de todo el sistema de salud publica y la
vacunación obligatoria contra diferentes epidemias y enfermedades, la
creación de las bibliotecas públicas en toda la nación y el fomento de
la lectura y la enseñanza, así como alentar el cultivo de la tierra para
producir alimentos, planes que se llevaron a cabo en todo el país.

En la actualidad entre la población cubana, a voz populi, en los centros
escolares, y hasta en los libros de textos de todos los niveles de
enseñanza, se insiste en catalogar al nacimiento de la República de Cuba
como " la neocolonia " o " la seudorepública " dirigida y gobernada
desde Washington. Una mentira sin fundamento jurídico alguno, toda vez
que las constituciones cubanas de 1901, 1940 y de 1976, así como todas
las enmiendas y arreglos hechos a las mismas mantiene inalterable la
fecha de su nacimiento como república, su nombre y los símbolos patrios
que la identifican. En ninguna de ellas se alteró su nombre.

El nacimiento de la República de Cuba fue el resultado del sueño y el
pensamiento de muchos hombres y mujeres ilustres, que partiendo de una
modernidad cubana con sus paradigmas centrados en la idea de progreso,
racionalidad y, a la vez, en la irracionalidad, de la lógica de los
acontecimientos, fuera la creación de una nación sobre la base de la
formación del ciudadano a través de la conciencia y de las suposiciones
de credibilidad de los proyectos sociales asociados a las diferentes
alternativas económicas posibles. Todo ello tuvo un núcleo unificador,
la idea cubana, que surgida del sentir e interpretar una realidad,
elaborada en el siglo XIX desde Félix Varela a José Martí – sin
exclusión de nombres ni de debates --, permitiera crear conscientemente
la idea de la nación, tanto pensada como soñada, donde vivieran libres y
felices las futuras generaciones. " Con todos y para el bien de todos ",
como señalara el Apóstol.

Independientemente de las interpretaciones políticas e ideológicas de
turno, el nombre de la República de Cuba ha sido siempre el del Estado
cubano desde 1902 hasta la fecha, aunque lo quieran eliminar u omitir en
provecho propio.

Sobre la base de lo arriba señalado se pueden enmarcar, desde el punto
de vista histórico y sociológico, la existencia de la Primera República
entre 1902 y 1933; la Segunda República entre 1933 y 1959, y la Tercera
República, entre 1959 y el momento actual.

Los males de la Primera República nacieron antes que ella. Fueron
extremos y contradictorios. La Habana del siglo XX, majestuosa y altiva,
echaba a un lado a la Vieja Habana colonial, encerrada en sus oscuras
entrecalles y callejuelas, mientras el nuevo Malecón resolvía el serio
problema de insalubridad que tenía -- ¿ es que algo a cambiado en más de
cien años ? – la ciudad, a la par que era punto de encuentro y
desencuentro de habitantes propios y paseantes de turno, que admirados
se retrataban ante el majestuoso Capitolio que mostraba orgulloso una de
las cúpulas más alta del mundo entero, exhibía la renovación del corto y
bello Paseo del Prado, con sus leones de bronce rugientes, los bellos
edificios del " muy ilustre " Centro Gallego de la Habana en eterna
porfía con su vecino de enfrente, el Centro Asturiano, el Palacio
Presidencial y un antiguo cuartel militar español convertido en la
Universidad de La Habana con su imponente escalinata de 87 escalones con
su Alma Mater, protectora de estudiantes izquierdistas, anarquistas y
abecedarios, más tarde convertidos en revolucionarios, políticos y
empresarios de éxito; las nuevas avenidas extendiéndose hasta el cruce
entre el Vedado y Miramar y el florecimiento de la pintura, la
arquitectura; las letras y el arte en general, lado del solar habanero,
un heredero social y cultural único, que provenía del barracón de muelle
y ciudad, de negros esclavos y esclavos libres, el de la ciudad que
procreó la cultura marginal, esa cultura contada y cantada en primicias
en las páginas del Diario de la Marina por Emilio Ballagas, Nicolás
Guillén, Gastón Baquero y muchos más.

La Segunda República se nutre del nuevo pensamiento forjado con la
Revolución Mejicana, la Revolución Rusa, la Primera Guerra Mundial, el
surgimiento del fascismo, el desarrollo de movimientos intelectuales,
científicos, sociales y políticos de tendencia izquierdista que se
debaten entre una Reforma Moderada, Reforma Revolucionaria o establecer
una Revolución.

Con la caída de la dictadura de Gerardo Machado y el golpe militar del 4
de Septiembre de 1933, en el que se unieron soldados y sargentos contra
la vieja oficialidad selectiva y aristocrática junto a los viejos
políticos de la antigua República, se abría el camino para una
restructuración general de todos los mandos de cualquier índole.

Ramón Grau San Martín, el hombre del lema de " la cubanidad " y el
símbolo del pollito meneado con su mano derecha, se negó a jurar su
cargo de presidente ante los integrantes del Tribunal Supremo, diciendo
que la Constitución de 1901 tenía un apéndice ofensivo a la soberanía
nacional.

En 1940 el exsargento ya general Fulgencio Batista Záldivar, y
presidente de Cuba por el voto popular aprobaba el segundo texto
constitucional que se diferenció del primero por la fuerte influencia
socialista, populista y de un liberalismo reformado. Previo a la nueva
Carta Magna se había suprimido la Enmienda Platt, se había efectuado un
nuevo Tratado de Reciprocidad Comercial y se habían introducido
importantes reformas sociales, laborales y económicas; entre ellas la
jornada laboral de 8 horas y el voto femenino. La discusión política se
centró en proyectos de transformaciones socioeconómicas; ampliación de
los mercados hacia Europa y Asia; la diversificación de la agricultura,
aunque el azúcar seguía siendo el principal rubro exportable; elevación
del nivel educacional de la población y mejoras en la asistencia de
salud, pero existían grandes lagunas en estos indicadores a lo largo y
ancho del país. Nada es perfecto en este mundo y la República era joven,
apenas medio siglo.

Pero el estudio y análisis de las dos primeras Repúblicas no puede estar
ajeno, a lo que pretenden ignorar y hasta hacer desaparecer de los
libros de historia actuales, es que esta etapa fue sin duda alguna, la
más genuina creación cubana; la de una cultura, un pensamiento y una
sensibilidad cubana muy propia, nacida del dolor, la frustración, la
lucha por una Patria mejor y de la esperanza surgida de poder ver el
camino hacia el progreso y la democracia.

Debemos señalar que al inicio de la etapa de la Tercera República –
primero de enero de 1959 --, Cuba descollaba como uno de los países más
desarrollados, no solo en el continente americano, sino de muchos de los
actuales países desarrollados de Europa y Asia. Baste señalar que el
cubano no emigraba en busca de libertad o mejoría económica a ninguna
parte del mundo, al contrario, la isla era el paraíso encantado con el
que soñaban españoles, italianos, alemanes, húngaros, turcos y de otras
nacionalidades, eso sin hablar de que la colonia china residente en Cuba
era la mayor y más poderosa económicamente de toda América, sólo
superada por la que habitaba en los Estados Unidos.

Mientras más agudos fueron los conflictos antes de 1959, más se logró
una reafirmación nacional de la expresión de los valores, que la
realidad política y social, hizo nacer en los más variados hombres y
mujeres de nuestro país. " Vergüenza contra dinero ", el lema de Eduardo
Chivás – el famoso " aldabonazo " que no pudo demostrar --, tocaría el
corazón de todos los cubanos, independientemente de ideologías, clases
sociales o razas.

Cuba constituía una sociedad pluralista, abierta, donde todos eran
hermanos sin discrepancia o diferencia política alguna. Contaba con la
opulencia de una minoría, residente de los exclusivos repartos de
Miramar o el Country Club; una pujante clase media en aumento constante,
formada por una masa heterogénea de funcionarios, obreros,
intelectuales, pequeños empresarios, profesionales diversos,
comerciantes, médicos, abogados, trabajadores de los servicios; que
habitaban en Habana Vieja, Centro Habana, El Cerro, La Víbora y El
Vedado, todos mezclados como una gran familia, que constituían el motor
impulsor de la floreciente economía del país, y otros en un nivel de
pobreza bien pobre, como en cualquier país del mundo en esa etapa o en
la actualidad, fundamentalmente aparceros y subarrendatarios agrícolas o
braceros y trabajadores agrícolas haitianos, jamaicanos y de otros
países del área del Caribe, contratados temporalmente como macheteros en
épocas de zafra azucarera o recolectores de café en las zonas montañosas
de Oriente, los que se quedaban en el país, huyendo del hambre y las
dificultades que afrontaban en sus respectivos países de origen.

La revolución verde oliva que asumió el poder en enero de 1959
constituyó un hecho histórico. Los cantos de sirena hicieron soñar a la
mayoría del pueblo cubano con la grandiosidad y lo sublime. De eso se
encargó desde bien temprano el régimen castrista para tener sumido en el
engaño y la mentira a todos. La historia de la República de Cuba durante
su primer medio siglo es desconocida. En la actualidad solo se conoce
el discurso oficial.

Es lógico pensar que algunos sólo cuenten su experiencia personal,
desfigurada por el tiempo. Otros la intentan fundamentar, muchos la
tratan de olvidar, mientras otros fabriquen entre turbios recuerdos,
imágenes borrosas e intenciones dudosas, un pasado que nunca existió.

La revolución cubana surgió de la traición, las ansias de poder total
de un grupo de hombres encabezados por Fidel Castro, la falta de visión
política – con la sola excepción del representante a la Cámara Rafael
Díaz Balart -- y la debilidad de los gobernantes al aprobar una
amnistía en mayo de 1955 para liberar a quienes de forma alevosa y
cobarde, durante la madrugada y enmascarados con los uniformes del
Ejército Constitucional, asaltaron un cuartel, asesinando y masacrando a
muchos sorprendidos militares dormidos, lo que hizo posible que hoy Cuba
cuente con la dictadura más larga de toda historia.

Al rememorarse los ciento diez años de la República de Cuba se hace
imprescindible la reflexión necesaria e imparcial de los hechos. Lo que
más llama la atención es que los estudios realizados sobre la historia
de la cultura y la vida política y social cubanas desde el 20 de mayo de
1902 hasta el presente, resultan incomparablemente inferiores en número
y calidad a los del siglo XIX. De seguro que muchos han trabajado o
trabajan en este tema crucial de la historia de nuestro país. Para mí
esta muy claro. De pequeño lo aprendí en la escuela, el 20 de mayo de
1902 se instituyó la República de Cuba, y yo soy cubano de tradición y
por convicción al ciento por ciento.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=36037

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