Pages

Thursday, May 10, 2012

Cataclismo

Publicado el miércoles, 05.09.12

Cataclismo
Alejandro Ríos

Tengo un amigo handyman, que se ocupa de manera prolija de la
carpintería, albañilería y demás menesteres que precisa mi casa en su
mantenimiento regular. Hombre de origen humilde, con cerca de dos
décadas en esta nación, no ha dejado de trabajar desde el primer día que
llegó. Sus hijos han fundado familia, es feliz abuelo y casi tiene
pagado su hogar, lo cual son logros sustanciales cuando hay que empezar
de cero.

En Cuba sufrió prisión al ser devoto de una religión que estuvo
proscrita por los Castro. En aquellos días aciagos apenas contó con la
solidaridad de su familia enceguecida por la doctrina revolucionaria.

Ha regresado eventualmente a Cuba acompañado de un hermano libre, que
vive en Alemania, al cual ha ido a visitar alguna que otra vez en
jornadas a Europa pagadas con dinero bien habido.

Durante su estancia reciente en la isla visitó a la parentela de otrora
soberbios militantes que hoy son seres derrotados, viviendo en la
ignominia del olvido y las carencias.

Cada vez que intentó argumentar con ellos razones que justificaran ese
estado de circunstancias lamentables, recibió el silencio como
respuesta. Hay una mezcla de vergüenza, por lo que le hicieron, y la
desilusión de haber perdido la vida en aras de una ideología nefasta que
los dividió sin piedad.

Vio pueblos devastados, como si hubiera ocurrido una guerra. Donde antes
hubo bodegas, tiendas, negocios y una vida civil funcional. Calles
desgajadas y timbiriches de mala muerte, agredidos por la indolencia de
un gobierno controlador que no produce ni ampara bienes sociales ni
económicos.

Mi amigo no habla ni en la radio ni en la televisión aquí en el exilio,
sólo es vocero de sus razones que son irreprochables. Me hace su
historia con palabras llanas y a veces se emociona. Es un hombre que
arregla y construye. Se esmera en que las cosas queden bien y bonitas.

Nunca se ha referido a la religión que profesa, es el súmmum de la
discreción en ese sentido. Su visita al pasado, a la fealdad y la
indigencia, en las antípodas de su vocación, le confirió la certeza de
haber tomado las mejores decisiones.

Entre los familiares de Cuba, hay algunos entregados al alcohol, en su
versión más ríspida. Tal vez por el dilema tanático de "Patria o muerte"
la vida ha perdido cierto valor, aquel que concede una aspiración, un
sueño realizable. Allí, afirma mi amigo, se malvive para ver el tiempo
pasar, que transcurre lento y desesperanzador.

No recuerda que nadie le haya confiado que aquello era una utopía
realizable. No lo fue sobre el papel y menos en la práctica. Aprendió,
sin embargo, que las utopías son las que más rápido se corrompen y
desvían el rumbo, si alguna vez lo tuvieron.

El pasado primero de mayo, desde el promontorio del monumento a José
Martí, otro mayoral bendice el multitudinario rebaño obrero, en vacua
pachanga, con su atorrante presencia, mientras el líder sindical de
turno habla del modelo económico cubano y de actualizar el modelo
socialista. Incluso se permite un mensaje de solidaridad con los pueblos
y trabajadores que en el mundo son víctimas de la crisis económica
global, como si viviera en otro planeta.

Mi amigo el handyman ya sacó la cara por nosotros y nos dispensa un
hálito de esperanza, mientras el cataclismo en la isla no tiene para
cuando acabar.

http://www.elnuevoherald.com/2012/05/09/1199077/alejandro-rios-cataclismo.html

No comments: